Efecto pelota saltarina

Por fin el efecto parece al fin calmarse… busca encontrar su final, parar, o por lo menos… perder altura.

Resulta casi increíble verte en situaciones en las que puedes pasar de un extremo a otro en tan solo segundos, como una pelota saltarina, que la lanzas y enseguida empieza a rebotar, subir y bajar, subir y bajar sin parar y a toda velocidad… te llega incluso a marear y es bastante complicada de controlar…

Asusta… y mucho… no poder controlarla, tan solo deseas que pare de una vez de saltar, simplemente deseas que ruede, no te importa incluso que pille algún bache… pero que deje de saltar por favor… que deje ese vaivén, que paren esos alti-bajos, que se limite a girar… pero una vez más no la puedes controlar.

Paciencia… parará, su fuerza cada vez disminuye más… va perdiendo altura… va adquiriendo suavidad… ahora incluso, ya la puedes observar, aunque aún no ha dejado de botar.

Ahora ya visualizas el terreno, según donde caiga botará menos o más… allá vamos… comencemos a girar… por fin la pelota comienza a girar… solo espero que no vuelva a botar…