Quise repetir sensaciones… volver a derribar otro de mis tabús… sobrepasar de nuevo los retos…
Tocó plan diferente, esta vez tocó cine. Llegué tarde, la sesión ya había comenzado y no quería entrar con la película ya empezada. Por un momento vi la excusa perfecta para escaparme del reto, mientras bajaba la escalera intentaba auto convencerme para no ceder a esos pensamientos fáciles…
Decido sentarme a tomar algo fresco… estos días ha hecho bastante calor. Nuevamente me veo sentada en una mesa vacía, solo tengo mi presencia mientras sigo debatiendo si debo quedarme o marchar y probar otro día… es extraño… pero me siento cómoda ahí sentada mientras veo la gente pasear… tantos miedos a esas situaciones y al final le voy a coger el gustillo… la silla es cómoda…
Tengo tiempo para echar un vistazo a esta semana… ha sido bastante dura, pero tengo un buen rato para intentar organizar los pensamientos… aunque aún parece un puzle complicado de armar, tan solo espero encontrar y unir de una vez las piezas.. mientras lo hago, ya ha pasado una hora… total, ya nos quedamos un rato más… vamos a cumplir objetivos…
La gente sigue paseando, todos van acompañados… en familia o en pareja… sigues siendo invisible… no importa… se agradece incluso momentos así, las prisas del día a día no permiten ver los pequeños detalles que ocurren alrededor… ya no me siento un bicho raro, pese a que sentimiento parece que se quiere quedar pegado.. le cuesta alejarse
Decido ir más allá… de la cafetería paso al restaurante de al lado… sigue siendo de comida rápida,.. se que sigo teniendo una tarea pendiente… como algo antes de ir a por mi entrada.
Pues vaya! Sigues siendo invisible! Ya no me sorprende… Los mitos que poco a poco tu misma construiste se van derrumbando y lo mejor, no me preocupan ni me molesta, más bien todo lo contrario, ojalá más de un mito creado por uno mismo se viniera abajo para poder mostrar la realidad con esta sencillez…
Ya tengo mi entrada! No hay mucha gente, somos muy pocos, pero para mi sorpresa… el 30-40% de la sala vino sin acompañante! Definitivamente nosotros mismos nos empeñamos en complicar las cosas sencillas… en hacer difícil lo fácil, en buscar impedimentos o razonar las cosas de forma ilógica… y por si no bastara uno mismo para ser un maestro de estas actitudes siempre nos encontraremos con alguien que las apoye… alguien que nos diga la famosa frase… “que triste ir al cine solo”, “que triste ir a un restaurante solo”, “que triste…”. Mayor tristeza me causa que nos encerremos en esa mentalidad y se tenga que “depender de alguien” para poder hacer lo que realmente apetece.
Aún queda muchos tabús que derribar, aun quedan muchos “no puedo” que alejar… pero ahora ya tengo mi entrada!... toca disfrutar de la película…